Gracias a sus trabajos comprobamos que quizá Subaru no tenga el carácter adecuado para ese tipo de trabajo. Es demasiado amable, se identifica rápidamente con las víctimas y prefiere sufrir daños a herir a otro persona, aunque ésta lo ataque. Lo más inquietante es que, en dos o tres ocasiones, Seishiro ha intervenido en su trabajo. A pesar de haber renunciado a su posición como líder de los Sakurazuka y como Sakuratsukamori, su asesino, Seishiro posee un enorme poder psíquico del que siempre se burla, pero que ha usado en algunas ocasiones para salvar a Subaru no sólo de las amenazas, sino de sí mismo. Pero en todas esas ocasiones ha tenido mucho cuidado de que ni Subaru ni Hokuto recuerden que ha usado ese poder, prefiere guardar el secreto.