La profunda transformación que ha venido experimentando el entorno competitivo durante los últimos años sin duda ha propiciado la aparición y posterior desarrollo de nuevos escenarios en los que las reglas del juego, los elementos estratégicos y el grado de poder alcanzado por los agentes económicos han cambiado de forma radical. Disponer de una posición sólida y estable en los mercados constituye un fin prioritario para las organizaciones. Es por esto por lo que el desarrollo de aspectos que favorezcan la identificación y diferenciación, permitiendo a la vez la construcción de ventajas competitivas sostenibles, se sitúa como razón de ser de la rivalidad entre las empresas. En este sentido la marca corporativa, y más concretamente, la gestión de su identidad, imagen y comunicación, adquieren una relevancia fundamental en la estrategia competitiva de las empresas. La presente obra muestra el papel desarrollado por la marca y la comunicación corporativa en el contexto competitivo actual. Y es que sin duda conocer dónde reside el poder de las marcas corporativas, así como el modo en que el diseño de estrategias de comunicación adecuadas es susceptible de reforzar su potencial, hará posible comprender como las empresas consiguen diferenciarse y posicionarse en los mercados, construyendo una imagen única e inigualable.