Es en la caverna del corazón, dicen los Upanishads, donde el Absoluto se revela como la esencia de nuestro ser a condición de que ese corazón no se encuentre abrumado por las marcas de un pasado siempre presente que se proyecta en temores y en ensoñaciones sobre el futuro. Es en el corazón donde se vive la muerte del viejo hombre y el nacimiento del hombre nuevo. Un corazón ligero, un corazón en paz son expresiones muy comunes y no por ello menos esotéricas.