Los países de la OCDE tienen que mejorar los resultados del mercado de trabajo para aumentar los niveles de vida. Esta necesidad es cada vez más urgente, ya que el envejecimiento de la población puede ejercer considerables presiones a la baja sobre el crecimiento económico en las próximas décadas. Es preciso formular una estrategia general de reforma para aumentar el empleo y la renta de los trabajadores. Eso exigirá trabajar en numerosos frentes: la tributación, la legislación sobre el empleo, las prestaciones sociales, los salarios, la competencia en los mercados de productos y la política macroeconómica. ¿Qué reformas han tenido éxito y en qué países? ¿Implican necesariamente menos bienestar social y más precariedad?. El presente estudio da respuesta a estas preguntas esenciales a partir de un extenso análisis que abarca 30 países.