El consumo de alcohol y la violencia han aumentado entre los adolescentes de manera alarmante. Observada con detenimiento, la juventud parece un barco a la deriva. Por primera vez en la historia, todas las estrellas que servÃan para orientarle en su camino (la familia, la iglesia, la polÃtica) se han apagado. Si queremos ayudarle a que llegue a buen puerto deberemos comprender sus problemas.