Selección e introducciones de Feliciano Blázquez . Juglares y clérigos, teólogos y políticos, mís-ticos y artistas, hombres y mujeres rivalizaron en las loas a la “madre de Dios gloriosa” desde los albores mismos del castellano naciente. ¿Qué pueblo o ciudad de España no tiene su Virgen de la Vid, de la Zarza o del Olivo, y la invoca bajo alguna de sus centenarias advoca-ciones? Fray Luis de León y Lope , Góngora y Calderón , Cervantes , Tirso , Zorrilla y Rubén Darío , Gabriela Mistral y Juana de Ibarbouru están en esta antología mariana, con sus versos ju-bilosos o dolientes, desgarrados quizá y es-tremecidos de religiosa emoción. Y más cercanos ya, los hermanos Machado y Juan Ramón Jiménez , Lorca , Unamuno y Alberti , Dámaso Alonso , Onetti y Pablo A. Cuadra , Panero , Vivanco , Rosales , Gerardo Diego , Valverde y Martín Descalzo , por citar sólo algunos nombres cimeros del extenso muestrario de poesía mariana en lengua castellana.