Quién no ha dicho o ha pensado alguna vez, Marta es una bruja, Emilia, una sirena, Inés va de mujer fatal o Lucía se comporta como una resignada Penélope…. Personajes con un gran poder de seducción, que en otro tiempo simbolizaron la feminidad, dejando su huella en todos nosotros. Sin embargo, ellas no están tan lejos como pudiera parecernos. Seguro que si nos fijamos bien las descubriremos a nuestro lado; sacan la basura, compran ropa, deambulan por las calles, aman con pasión, se emocionan al hablar, son abandonadas o tomadas a la fuerza. Y sobre todo, afrontan con decisión su origen y su destino…Inspiradas en algunos de los mitos más conmcidos de nuestra cultura, las protagonistas de estos relatos expresan, usando sus propios cuerpos como metáfora, una identidad desheredada que a lo largo de los siglos ha oscilado entre la rebelión y el sometimiento, entre la toma de la palabra y el silencio. Su condición de mujeres las iguala dentro de un universo de pasión y desgarro, y sus voces se entrelazan, complementan y confunden, debatiéndose entre la búsqueda de sentido, la necesidad de esperanza o el reconocimiento de la propia fuerza.