Un testimonio que relata un crudo episodio de la infancia de Helga Schneider : la visita al búnker de Hitler. Berlín, último invierno antes del hundimiento. En las calles destripadas de la ciudad que arde, un ómnibus avanza despacio. Dentro viajan Helga, su hermano Peter y otros niños privilegiados, van de visita al búnker de Hitler. Durante veinticuatro horas deambularán por ese laberinto, esperando el encuentro con el Führer. Helga Schneider , mezclando el recuerdo de esta visita con otros recuerdos de su vida (el distanciamiento de un padre obligado a combatir en la guerra, la ausencia de una madre que lo sacrificó todo por la causa nacionalsocialista, la insensibilidad de una madrastra y de una tía que hasta el final no se resignaron a aceptar la derrota del Tercer Reich), consigue reconstruir el clima de aquellos años: la subida al poder, las aspiraciones de Hitler y de sus acólitos y, sobre todo, el miedo y la desesperación de la gente corriente. El resultado es un testimonio que muestra, a través de la mirada de una niña, las ilusiones, la desorientación y las desconcertantes certidumbres de todo un pueblo, al cual, por medio de un uso omnipresente y sin escrúpulos de la propaganda, se le negó incluso el derecho a pensar.
