El eje central de este libro es el caos como forma general de la indeterminación, como la confluencia interminable de causas y azares que proliferan en efectos múltiples difíciles de anticipar. Del mismo modo, la variabilidad y la catástrofe son analizados como principios rectores en la configuración de lo real, como cristalizaciones de la inestabilidad fundante que enmarca los fenómenos complejos, desde la agitación subatómica hasta los intersticios de la globalización económica y cultural. Más que un modelo, el caos resulta un espacio para la recreación de la mirada, donde el destino de las grandes causas epocales se articula con los destellos de realidades infinitesimales. El tema ha ido adquiriendo creciente importancia en la reflexión ciéntifica contemporánea, comprometiendo tamvién muchos de los supuestos sobre los que se han levantado la filosofía clásica y moderna.