Pablo entra en un seminario diocesano porque quiere ser sacerdote. Allí va a encontrarse con un hombre que le muestra técnicas sorprendentes y la práctica de esas técnicas y su gran fidelidad lo catapultan a experiencias sólo perceptibles por hombres muy evolucionados. Finalmente, su desarrollo es de tal calibre que se convierte en un atractivo para los Nueve desconocidos, aunque también para las fuerzas elementales. El triunfo del bien y el progreso es el desenlace natural en que la trama se desarrolla. Casi tocando la ciencia ficción, cuando el libro acaba, el lector tiene la certeza de haber asistido a una Crónica audaz, singular, y de que Despertar es un objetivo alcanzable.