Lo primero que me planteé fue abarcar el mayor número posible de voces, como una polifonía humana en la que cada cual cantara a su aire. La intención era ofrecer un retrato de los múltiples aspectos de un viejo problema, de base nacionalista y cuya consecuencia más devastadora es la persistencia de la lucha armada de ETA. El proyecto está planteado desde la convicción de que este atormentado árbol vasco padece una enfermedad de carácter eminentemente político. La actitud moral de inicio se basa en el compromiso rotundo por la no violencia, así como el respeto profundo, solidario, por la terrible situación humana que viven víctimas y amenazados; y el objetivo final es invitar al diálogo entre las partes, que en estos momentos está totalmente bloqueado. Julio Medem