En el prólogo a “Por más señas”, hace bien Olvido García Valdés en subrayar la importancia que le da Antonio Méndez Rubio a “la relación de la poesía – o más ampliamente, la literatura, el arte – con lo real.” Relación que genera espacios de conflicto, zonas complejas que obligan al poema a asumir riesgos. En su ensayo “Poesía y utopía”, Méndez Rubio se arrima a la idea de Blanchot y Barthes de que “la escritura literaria excede los límites del discurso funcional y productivo, no para abandonarlo sino para distanciarlo y experimentarlo desde su alteridad.” Ya desde el primer poema de “Por más señas” queda marcada esa distancia del discurso funcional y productivo.