Una nación que no aprende a cuestionarse y que no reconoce que la polÃtica no tiene dueño, está destinada a desgarrarse, escribe en 1925 premonitoriamente Federico GarcÃa Lorca en Mariana Pineda. Once años después, comienza la Guerra Civil Española, de la cual él serÃa una de sus más dolidas vÃctimas. Mariana Pineda se inscribe en el contexto de la lucha polÃtica entre monárquicos y revolucionarios durante el reinado de Fernando VII. Sin proponérselo, se adelanta al enfrentamiento entre fascistas y republicanos. Si bien puede tomarse como una historia de pasiones amorosas, Mariana Pineda habla esencialmente sobre la posibilidad de rebelarse en épocas de opresión. Coloca al personaje central en la categorÃa de mito y, como en los romances populares, lo transforma en un sÃmbolo que trasciende el caso individual y lo proyecta socialmente.