Una nueva mirada curricular de la Educación FÃsica es imprescindible, si pretendemos su permanencia y revalidación dentro del sistema educativo. El patio representa la realidad de la Educación FÃsica escolar. En él se manifiestan las concepciones de educación fÃsica de los docentes, sus conocimientos y habilidades didácticas, junto con las pulsiones, deseos e intereses de los alumnos que representan, en sus múltiples expresiones, el discurso del tiempo y la comunidad en que viven. ¿Cuál es la Educación FÃsica escolar que requiere la sociedad actual? ¿Es posible sostener las concepciones tradicionales y cerradas de deporte y gimnasia? ¿Qué principios y contenidos deben constituir una educación fÃsica centrada en el alumno? ¿Se pueden seguir presentando actividades únicas y uniformes, pensadas para un sujeto ideal y genérico, a niños y jóvenes que buscan su propia identidad? ¿Será significativo para ellos, alcanzar sólo rendimientos señalados por tablas codificadas, que marcan un deber ser y calificados por su aproximación al modelo motor o a las exigencias orgánicas impuestas para aprobar la asignatura? ¿No convendrÃa dedicar el escaso tiempo de clase a brindarles la oportunidad de descubrir y construir su corporeidad, de gestar su propia actividad deportiva, para que puedan disponer de sà mismos durante toda la vida?
