Nos ha reunido, sin fascinarnos, Piera Aulagnier, dice Luis Hornstein en el prólogo de este libro, que recoge las intervenciones y los debates que tuvieron lugar en las jornadas-homenaje realizadas a diez años de la muerte de la psicoanalista francesa. Y es precisamente en ese marco -el del reconocimiento que psicoanalistas de diversas procedencias teóricas y clÃnicas y con elaboraciones conceptuales propias rinden a una obra original y a una actitud intelectual inclaudicable- donde deben verse las marcas de algunas definiciones vigentes para el psicoanálisis en nuestro medio. Pues si la fascinación conlleva como peligro la sumisión acrÃtica -con algunas consecuencias que vemos a diario: fundamentalismos de parroquia, privilegio de la teorÃa por sobre la práctica clÃnica-, la ausencia de fascinación pone en circulación un modo productivo de pensamiento, que no desdeña el intercambio con otras teorÃas y que está atento al carácter único de cada proceso analÃtico. Un modo de pensar complejo que se prolongará en una forma de actuar compleja. Y es allà donde el encuentro-homenaje cobra verdadero sentido y brinda frutos genuinos.
