Escritor, filósofo, adelantado, conversador genial, Macedonio Fernández supo ser muchas otras cosas. Pero todas esas cosas podrÃan enriquecer la biog&180;rfÃa de cualquiera conspiran, en este caso, contra el relato de su vida. La leyenda de Macedonio encuentra con frecuencia un giro de previsibilidad que las anécdotas demasiado contadas exigen. Los datos verdaderos son difÃciles de rastrear, porque este hombre increÃble, el último exponente de una especie, se pasó la vida vagabundeando, mudándose, yendo de un lgar a otro sin dar explicaciones. Su literatura, por otro lado, pese a lo autorreferencial, tiene un carácter desconcertante: sigue multiplicando enigmas, situaciones y sorpresas.