Detrás de las cuestiones más profundas de nuestra vida está el asunto Dios: cuando nos preguntamos por la felicidad, por el sentido de lo que somos y hacemos, por la razón del sufrimiento nuestro y de los otros... Dios es un tema serio, que no se puede abordar desde la frivolidad, pero que es imprescindible resolver si queremos llegar a conocernos de verdad a nosotros mismos.