Cada dominó incluye 72 vocablos, distintos de los de las barajas. Las fichas enlazan por la letra dudosa de sus palabras. La atención selectiva sobre esas letras ayuda a la fijación de las grafías correctas. Al cabo de cuatro o cinco partidas se han grabado correctamente más del 75% de los vocablos. El Dominó permite otras muchas aplicaciones pedagógicas de gran utilidad: Formar grupos léxicos, campos semánticos, inventar cuentos, oposición de contrarios, etc.