Próximo a cumplirse el primer lustro del siglo XXI, nadie debería atreverse hoy a negar el derecho, e incluso el deber, que los mujeres tienen a estar presentes en todos y cada uno de los ámbitos del vivir comunitario y hacerlo en igualdad con los hombres. Sin embargo, conviene recordar que no sólo son aún muchos los países que no aceptan tal axioma, sino que, en aquellos que sí lo hacen, su reconocimiento constituye un hecho cuya historia apenas se remonta, en el mejor de los casos, a la pasada centuria. A nadie escapa que la conquista de los derechos femeninos ha sido una empresa colectiva de mucha gente, pero no es menos cierto que a lo largo de su desarrollo ha habido ciertas figuaras que han descollado por su fuerza, por su liderazgo, por la trascendencia de sus acciones y escritos, etc. Figuras cuya vida es un compendio de las dificultades de la empresa y de los apoyos recibidos. Es en esas personalidades en las que se detiene el presente libro con el fin de llevar a los lectores la vidión de los acontecimientos mása importantes y, sobre todo, de algunas de sus principales protagonistas; Mary Wollstonecraft, Inés Joyes y Blake, Flora Tristán, Emily Davies y Emilia Pardo Bazán .
