Madeleine Deveridge conoce muy bien los rumores que circulan acerca de que ella ha enviado a su esposo al otro mundo y ocultado las huellas de su crimen. Pero Madeline tiene un problema aún más acuciante, ya que vive acosada por el que parece ser el fantasma de su difunto esposo. Desde luego, esto es imposible, pero Madeline no puede correr ningún riesgo.