El campo de educación para el trabajo de San Pantaleón, una pequeña localidad austríaca, abre sus puertas en 1940. Allí, cientos de personas detenidas sin motivo, serán torturadas y asesinadas a manos de las SA. Tras observar en repetidas ocasiones que, según el registro de defunciones, los fallecidos mueren a causa de dolencias sin importancia, o por una degeneración de la carne del corazón , el médico del lugar decide tomar cartas en el asunto y solicita la intervención de la fiscalía. Las actas del proceso emprendido entonces, que llegó hasta el Führer, constituyen la base de la novela de Ludwig Laher. La fiel reproducción del material de investigación refleja el lenguaje vacío y la lógica de los criminales. Laher le sigue la pista a los asesinos hasta nuestros días a través de los procesos a los que fueron sometidos; el último, en 1955, demostró la benevolencia de los jueces. Resulta estremecedor contemplar la rapidez con la que la violencia pasa a ser un hecho cotidiano en la pacífica vida de un pequeño pueblo y lo poco que cuesta olvidar el pasado. La novela de Ludwig Laher es una obra maestra de la documentación contemporánea y una extraordinaria historia.