Contemplar el mundo desde el cielo, tener la sensación de estar suspendido en el interior de una esfera mágica, enamorarse de nuestra sombra, comprender su amor a la geometría, ser cómplices en su inevitable urdidumbre en la floresta... O desde tierra, ser espectadores del silencioso vuelo del globo deslizándose por el cielo, sorprenderse inevitablemente como si se tratara de algo mágico, y y transportarse a un estado de inocencia que teníamos olvidado desde la infancia... El vuelo de un globo, desde el cielo o desde tierra, nunca deja indiferente. En este documento gráfico, a modo de álbum familiar, se recogen momentos irrepetibles, que pretenden reflejar matices peculiares, apogeo y ocaso de singulares ascensiones, y es, en definitiva, un repaso a cinco lustros, recordando sensaciones, anécdotas, y vivencias.