Muchas veces la palabra aeropuerto nos evoca grandes instalaciones, múltiples edificios, multitud de personas circulando por sus pasillos, etc. Sin embargo todavía quedan pequeños aeropuertos que siguen conservando un atractivo especial, como lugares de encuentro, donde aún el pasajero puede ser, detrás las cristaleras, observador anónimo y tranquilo del despegue y aterrizaje de los aviones. Quizás desde estas instalaciones sea más fácil evocar aquellos sencillos campos de vuelo y primitivas instalaciones que constituyeron los antiguos aeropuertos como el campo de aviación de La Virgen del Camino, cuya historia recoge este libro y que se remonta más de ocho décadas. Escuela de muchos profesionales de la aeronáutica que con esfuerzo y valentía hicieron posible volar en aquellos precarios aparatos. Hoy día León posee un moderno y atractivo aeropuerto, en continuo desarrollo, que ha permitido que los habitantes de la región gocen de un medio de transporte rápido y seguro.