Detestaba a gente como El Campesino o L铆ster, pero luch贸 encuadrado, parad贸jicamente, en las unidades comunistas y le hirieron en la batalla del Ebro. Fue redactor de Arriba, el peri贸dico falangista, pero padeci贸 en un campo de concentraci贸n nacionalista. Odiaba cualquier guerra, pero sus pies se congelaron en el frente ruso. Jorge M. Reverte y Javier Reverte relatan tambi茅n su Guerra Civil, la que fueron descubriendo a retazos en los escasos comentarios esquivos que su padre hac铆a en casa, desde la admiraci贸n del adolescente hasta posiciones radicalmente contrarias en la edad adulta.