Si tuviéramos que hacer un listado con los logros más importantes alcanzados por la Medicina a lo largo del siglo que ahora acaba, uno de los primeros puestos de la clasificación lo ocuparía sin duda el tratamiento trivalente de la tuberculosis, pues, gracias a la quimioterapia combinada, la enfermedad ha dejado de ser, en tan sólo cincuenta años, el azote que supuso para la humanidad en tiempos todavía no muy lejanos. Sin embargo, pese al indudable éxito conseguido en algunos países, a nivel mundial la tuberculosis no ha sido, ni mucho menos vencida. Se suele atribuir este fracaso a problemas inherentes al ser humano, ya sea como ente individual o como miembro de un grupo de riesgo determinado, pero no olvidamos de que el bacilo de Koch sabe defenderse muy bien, y después de miles de años de evolución ha desarrollado varias estrategias de supervivencia extraordinariamente inteligentes.