Ella no merecía su amor Si el pasado secreto de Amanda Ryan llegaba a desvelarse, su nueva vida quedaría truncada. Nadie aceptaría a una comadrona divorciada y estéril. Ni siquiera Tom Murdock. Pues aunque Tom había despertado la feminidad dormida de Amanda, esta jamás podría ser la esposa que él merecía. Cuando casi había recobrado su maltrecha fe en la naturaleza humana, Tom Murdock había descubierto que Amanda Ryan le había mentido de principio a fin, destruyendo así su oportunidad de alcanzar juntos la felicidad. ¿O tal vez no fuera así? Porque aquella mujer independiente y decidida, que jamás podría darle los hijos que él anhelaba, le hacía desear cosas que nunca había imaginado