Tras cuarenta años de ausencia, Emilio regresa a Madrid y a las calles del barrio de Salamanca, donde había nacido y vivido su primera juventud. A través de su mirada, capaz de conjugar el pasado y el presente, se revela el Madrid inmediatamente posterior a la Guerra Civil, y que ya sólo existe en el recuerdo. La ciudad de barro y oro relata un regreso lúcido y dolorido a un pasado difícil y felizmente superado, pero que sigue vivo en el corazón de su protagonista, quien ha encontrado, al fin , la serenidad y la paz interior. Narrada con un estilo sencillo y preciso, y con un lenguaje fresco y rico, esta obra mereció el V Premio Río Manzanares de Novela.