Destaca la importancia y las implicaciones de la función de mantenimiento, tanto desde la perspectiva económica como desde la perspectiva de la seguridad de las personas y de los bienes. Analiza las claves de su progreso hacia un mantenimiento de cuarta generación, determinado por la evolución simultánea de métodos y medios, frente a los tradicionales mantenimientos de carácter corrector o preventivo. Incide en la optimización de las herramientas y técnicas de trabajo, así como en el empleo de la informática como una herramienta muy valiosa para la gestión del mantenimiento. Todo desde un entorno organizativa eficaz en el que se aproveche de la mejor manera posible el potencial de los recursos humanos de la empresa.