Este trabajo se enmarca dentro de las nuevas líneas de investigación que se están desarrollando desde la dirección del Equipo de Atapuerca. La posibilidad ofrecida por este entorno singular para conocer tanto los modos de vida como los cambios y transformaciones acaecidos durante el último millón de años incluye nuestra prehistoria más cercana, la llamada Prehistoria Reciente. Las sociedades agrícolas y ganaderas de la Edad del Bronce encontraron en Atapuerca y sus alrededores las condiciones adecuadas para instalar sus asentamientos, desarrollar sus costumbres cotidianas y realizar sus ritos funerarios. Los recientes trabajos lllevados a cabo en la cueva de El Mirador han desenterrado no sólo los elementos de uso cotidiano de estas sociedades como son recipientes de cerámica, instrumentos de piedra, herramientas de metal o útiles de hueso, sino que además han permitido conocer el empleo de la cavidad como redil para guardar el ganado y como espacio funerario para albergar los restos de sus difuntos tras complejos rituales.