''Pondré mi Arco en el cielo como señal de mi pacto con la tierra'' (Gen. 13); como señal de que, aunque siga habiendo nubarrones sobre la tierra, ya no habrá más diluvios. De aquí que hayamos elegido este mismo símbolo para cobijar un conjunto de libros cuyo contenido huele siempre a diálogo entrañable entre el Abbà y sus hijos; y cuyas páginas aparecen saturadas de imágenes, de luz y de color.