Freud introdujo en el terreno de la cultura una nueva disciplina que se desmarca de la filosofía, la medicina y la religión: cómo se construye un sujeto a partir de su pertenencia a una familia y una cultura determinadas. Esta disciplina práctica el diálogo entre dos sujetos, analista y analizado, y permite interrogarse por los enunciados culturales que han marcado a un sujeto. En esta síntesis se ponen al día en una dimensión cronológica las etapas del desarrollo del pensamiento de Freud, sin postular inicialmente una continuidad o coherencia de su obra. Presenta además los principales conceptos freudianos -sexualidad infantil, inconsciente, sentimiento de culpa, represión, complejo de Edipo, transferencia, libido- en el momento en que nacen y no en una síntesis realizada a posteriori.