Escrita en 1933, esta conmovedora novela se centra en el despertar de un joven homosexual durante el período de entreguerras. Kurt Gray es un niño tímido, apasionado por la literatura, que vive en una pequeña ciudad del estado de Michigan. Ya a los trece años, sabe que hay algo en él que lo diferencia de los demás y, poco a poco, acepta el deseo que siente por la compañía y el amor de otros hombres. Cuando se convierte en un compositor de éxito en el mundo musical de Nueva York, encuentra ese amor que ha buscado durante tanto tiempo. Mi ángel bueno es un hombre encantador es, casi con toda seguridad, la primera novela publicada en Estados Unidos que contempla la homosexualidad masculina desde una prespectiva positiva, pues presenta a un protagonista gay en una historia que aparentemente tiene un final feliz. En este aspecto fifiere también de muchas otras novelas recientes, pero probablemente quienes se llevaron la sorpresa más grata fueron sus primeros lectores, ya que hasta un par de años antes de su publicación (en 1933) sólo disponían de las desgarradoras experiencias que se relatan en Twilight Men y de la tortuosa búsqueda en strange Brother. Aquí, en cambio, nos encontramos con un amor que alcanza la mayoría de edad y con una historia que sin duda sorprendió a algunos y fascinó a muchos. Tal vez incluso consiguió ambas cosas al mismo tiempo.