¿Acaso hay una memoria más impopular, más cargada de vicios y más manchada que la de Luis XV? De este largo reinado enmarcado entre la escandalosa Regencia y la llegada al trono de un rey débil y virtuoso, la Historia tan sólo recordará la corrupción cÃnica y ligera. De hecho, es la esencia misma del siglo que se muestra a través de la figura de este prÃncipe, más complejo de lo que parece. La lujuria de Luis XV se alterna con su hastÃo, su pasión no carece de escrúpulos, ni sus deseos de remordimientos. A falta de personificar su siglo en cuanto a toda la extensión de sus Luces y a la proyección de su pensamiento, Luis XV asume la imagen más frÃvola y depravada de su siglo. Acosado por una tristeza fatal, que lo persigue hasta lo más profundo de las voluptuosidades, y de la que también muestra las más secretas neurosis.