El reverendo Primrose, que vive en una pequeña parroquia de Inglaterra, ha formado una familia unida, feliz, llena de generosidad e inocencia. De pronto, como un rayo satánico, la desgracia cae sobre ellos: el reverendo pierde todos sus bienes al verse envuelto en la quiebra de un comerciante bribón y acaba en la cárcel por deudas después de ver destruida su casa por un incendio.