El señor Todoazul, Abrillantador de Placas Callejeras, es el mejor de la tropa de limpieza de la ciudad. Es un hombre feliz que cree que no le falta nada. Hasta que un dÃa escucha perplejo cómo un niño se refiere a una de sus placas, la de la calle Enrique Granados, como si de la fruta se tratara. Todoazul se da cuenta de que él tampoco saba nada de los nombres de los músicos y los escritores de la placas que con tanto esmero abrillanta, asà que decide investigar.