Desde muy perqueño Jorge Luis Borges tuvo relación con los grandes clásicos de la literatura universal. Su abuela la leía muchos de ellos cuando se metía en la cama. Eran lecturas que les fascinaban y le hacían soñar. El primero de la serie trata la Biblia como texto fundamental con la visión de Borges. El pequeño Borges se imagina, se cuestiona dudas y sueña con Dios, con la creación, con el Paraíso, con Jesús, con Judas. Además en este primer libro da la visión de cómo fue la infancia de Borges. Abundan recursos literarios -como la alteración del orden del tiempo, la magia y los sueños-, además de un abanico de símbolos inventados o recreados -como el laberinto, el espejo y el tigre. El pequeño Borges se edita con la intención de acercar a los niños no sólo al arte sino a la literatura, presentándoles a Borges de pequeño, de tal forma que los niños se sientan identificados con él. Unir literatura y arte en un álbum para niños suele ser una tarea difícil y poco lograda.