El trabajo fotográfico de Alfons Alt sobre la animalidad se inició con sus obras sobre Zingaro. Esta troupe revolucionó el espectáculo ecuestre al tratar a los caballos como si fueran actores humanos. La noción de la conquista más noble del hombre aplicada al caballo se transformó profundamente, creándose un nuevo tipo de comunidad entre el hombre y el animal.