Hay muchos y buenos manuales de cocina, y se pueden encontrar excelentes recetas en multitud de publicaciones. Pero, al final, el libro de recetas que más se emplea es siempre el que cada uno escribe a lo largo de los años, incluyendo en él tanto los platos de creación propia, como aquellos enseñados por familiares y amigos. La finalidad de este recetario es que se escriban en sus páginas tantas y tan buenas ideas nacidas entre los fogones.