Indica el Génesis (5,18-24) que Henoc trató con Dios y después desapareció porque Dios se lo llevó. Estas palabras fueron la base de una serie de libros que llevan su nombre y cuentan su rapto de la tierra y sus conversaciones con Dios transitando de cielo en cielo. Son los libros que, por ofrecer un carácter unitario, hemos reunido en este volumen. Pertenecen, con todo, a épocas muy diversas, tal vez se sitúen entre los siglos III a.C y VII u VIII d.C. Todos ellos giran en torno al mismo personaje y cuentan sus sueños y revelaciones, unas en redacción más corta y otras con mayor amplitud, pero con idéntico telón de fondo. Nadie puede dudar de que se trata de un ciclo de la máxima importancia para descifrar el mundo apocalíptico de los siglos intertestamentarios y uno de los momentos capitales de la teología y la mística judías. El Libro hebreo de Henoc o 3 Henoc, de distintos estratos y épocas, no pertenece propiamente a los aprócrifos del AT por su fecha de composición, pero sí lo es por recoger tradiciones remotas y por entroncar con ellos bajo el punto de vista literario y ambiental. El ciclo aquí reunido está compuesto por 1 Hen (et y gr), 2 Hen (esl), 3 Hen (heb), fragmentos arameos encontrados en la cueva 4 de Qumrán (4Q) Y los fragmentos cortos procedentes de unos papiros de Hou. A lo largo del volumen utilizamos en las referencias las siglas indicadas, aunque difieran de sus posibles títulos originales, como ocurre con el Libro de los secretos de Henoc, 2 Hen (es), y el Libro hebreo de Henoc o Libro de los Palacios, 3 Hen (heb). Hemos procurado unificar las transcripciones, sobre todo en los nombres propios, aunque no siempre fue posible, pues, aunque proceden todos ellos seguramente de un original griego, se hicieron sus versiones en lugares y entornos culturales tan diferentes, que era en ellos inevitable su huella.