Exuberancia y color tropicales y un ojo agudo para las contradicciones y la fascinante horterez de una sociedad donde las bellas hijas de la culta burguesía liberal sólo sueñan con ser Miss Filipinas, y la aristocracia local deja sus armas a la entrada de los clubes de golf más elegantes, son algunas de las más llamativas cualidades de Comeperros, pero no las únicas. De la mano de tres de los protagonistas, Río, una inteligente jovencita de la clase alta; Joey, pinchadiscos, buscavidas y chapero ocasional, y Romeo Rosales, un guapo camarero que sólo sueña con actuar en las ardientes películas locales de amor, lujuria y dinero, la autora nos introduce en el intenso, abigarrado mundo de las Filipinas de los años cincuenta y sesenta. Historias paralelas y convergentes, que comienzan en los tiempos de Doris Day y continúan en los de Donna Summers, donde la estética de Hollywood es la estética de las clases dominantes y los grandes almacenes americanos son el paraíso soñado y a imitar; una sociedad donde las relaciones de parentesco entre las grandes familias forman un complejo y a veces laberíntico entramado por el que el poder se desliza, y donde reina, indiscutida, la Señora de los miles de pares de zapatos, ex reina de belleza y esposa del Dictador...