Es la primera parte de una trilogía de volúmenes independientes entre sí que relata la vida de Hilma y su hija Signe, una mujer sueca alter ego de la autora. Esta primera entrega se centra en la vida de Hilma desde su matrimonio hasta la muerte de Sigfrid, el marido, cuando Signe es todavía una niña. La Suecia de los años veinte es un país oprimido por la turbulencia de la lucha de clases y la mojigatería que impone la estricta moral protestante. La vida de Hilma estará marcada por los malos tratos, la verguenza, la incomprensión y el aislamiento social.