El doctor Mallory ha venido a Port-la-Nouvelle, en el África Central, cerca de las fronteras de Chad y Sudán, a encargarse de la dirección de una clínica, pero en sólo seis meses, las incursiones de la guerrilla y la actividad paramilitar lo han dejado sin pacientes. Mallory decide entonces dedicarse a buscar agua para la región, soñando con un tercer Nilo que hará florecer el Sahara. De pronto, ocurre un aparente milagro. Ante los ojos de Mallory un tractor mueve el grueso tronco de un árbol y el agua sube a la superficie: un hilo al principio, pero pronto una poderosa corriente. Para el obsesionado Mallory, el río es de alguna manera su propia creación, una creación que necesita ser explorada. Mallory decide entonces emprender lo que será un largo e hipnótico viaje hasta las fuentes desconocidas del río.