La muletilla sobre la 'crisis de la Historia' no impresiona a Alain Guerreau . Para él, hoy como ayer, la Historia como ciencia debe continuar tirando de la inteligibilidad sobre las sociedades humanas. Para asumir esta tarea, no está enteramente desprovista de instrumentos. Pero ¿Qué valen estos instrumentos? Los historiadores no pueden hacer el ahorro de una interrogación sobre los supuestos cuyos efectos sufren. Esta es toda la línea de reflexión de Alain Guerreau sobre el porvenir de los estudios medievales. ¿En qué condiciones podemos nosotros esperar comprender la sociedad medieval, sabiendo que entre ella y nosotros las luces han alterado, más o menos, todas las pistas? No se pueden apreciar las estructuras de la 'Vieja Europa' si se persiste en utilizar el desglose, exclusivamente contemporáneo, económico/ político/ religioso. Releyendo la historia de los estudios medievales desde el siglo XIX, necesario para la toma en serio de la arqueología, de la estadística y de la semántica históricas, e interrogándose metódicamente sin las cuales ninguna ciencia es posible, Alain Guerreau afirma la imperiosa urgencia de renovar con el racionalismo crítico las ciencias sociales.