No hace mucho se hablaba del ''olvido del Espíritu'' tanto en la teología como en la vida creyente. No era una acusación banal sino que pretendía superar una forma estrecha de comprender y experimentar la alegría de la fe cristiana. La pastoral concreta -esto es, las acciones desarrolladas eclesialmente a fin de ofrecer con gratuidad la buena noticia del evangelio del Reino- también hoy necesita dejarse empapar por la brisa suave, el agua vivificadora, la ternura amorosa, el fuego enardecedor, la libertad comprometedora y solidaria... que el Espíritu sigue regalando a las iglesias en la historia. La presente obra pretende ayudar a la pastoral (rutinaria y osificada a veces) a dejarse encaminar -con urgencia y unción- hacia unas nuevas e insospechadas posibilidades. ¡El Espíritu Santo es el protagonista de la evangelización! Su llamada es eco hacia adentro y atracción desde fuera, melodía espiritual latente en el corazón del mundo. ¿Sabrá la pastoral acoger y compartir diariamente esta hermosura melódica?