Cuando muere el duque de Chase, su impetuoso sobrino Marcus espera recibir toda la herencia pero, para su sorpresa, descubre que su tÃo ha legado la mayor parte de su patrimonio a su hija bastarda Josefina, fruto de sus amorÃos con una cortesana holandesa. Sin embargo, éste no es el mayor problema de Marcus, sino otro muy distinto: si él y Josefina no se casan antes de cierta fecha, la herencia entera pasará a manos de unos lejanos y codiciosos parientes norteamericanos.