El mundo ya no es el mismo tras el 11 de septiembre de 2001. El bárbaro atentado del integrismo islámico contra las Torres Gemelas neoyorquinas ha establecido otras, y más dramáticas, reglas de juego. La comunidad internacional dominante, la de los aliados occidentales, ha descubierto su vulnerabilidad ante el terrorismo, ese enemigo sin rostro y guerra sin nombre, como Adrián Mac Liman subtitula El caos que viene.