Situarnos en el presente y situar el presente en la temporalidadcomo política (retomando la idea de Mario Rufer) es impensableal margen de la teoría de la colonialidad del poder, formulada porel intelectual peruano Aníbal Quijano (1928-2018). Este aportesobrepasa el ámbito cultural y sienta las bases profundas de unaposición política que cuestiona la epistemología colonial de lamodernidad en medio de la consolidación del neoliberalismo enAmérica Latina. Su pensamiento, con la capacidad de un sismode remover y alterar el territorio conocido, resulta indispensablepara comprender el movimiento que hoy sacude la historizacióneurocentrada. Nos demuestra que en un presente tan conmovidopor el naufragio (y no es una metáfora sino una condición literalque engulle miles de vidas) no existen los caminos únicos.