Durante las décadas que siguieron a la Primera Cruzada losdiferentes dominios surgidos a raíz de ella (Condado de Edesa,Principado de Antioquía y Reino de Jerusalén), tratarán desobrevivir rodeados de enemigos. Vital para su supervivenciaresultará la conquista de las últimas plazas musulmanas del litoralcostero y el nacimiento del Condado de Trípoli, el último de loscuatro Estados latinos de Tierra Santa. Serán años complicados.Si bien, durante sus primeras décadas de existencia, la extremadivisión reinante en el mundo musulmán había facilitado laconquista, pronto la situación cambiará. En este proceso deconcentración del poder desempeñará un papel clave Zengi, quese hará a un tiempo con el control de Mosul y Alepo. Esto lepermitirá aprovechar las discordias surgidas entre los diferentesdominios cruzados para apoderarse de Edesa en 1144.A pesar de su temprana muerte, su hijo Nur ed-Dinproseguirá con la tarea comenzada por su padre. Tras la conquistade Edesa, el Papa predicara una nueva Cruzada en Europa, siendoen esta ocasión dos monarcas los que se ofrecieron a encabezarla: Luis VII de Francia y Conrado III deAlemania. Ambos trataron de atravesar Anatolia de forma independiente con sus respectivos ejércitos,sufriendo severos descalabros a manos de las fuerzas turcas, lo que mermó notablemente su capacidadcombativa.
