Aunque no disponemos de un texto original de Vitoria sobre sus comentarios a la Prima Pars de la Summa, la reportatio de Juan de Barrionuevo es, con toda probabilidad el mejor testimonio del que disponemos. El interés de esta edición radica no solo en que el curso 1539-1540 fuera el último en que Vitoria, en plena madurez intelectual, enseñara regularmente, sino también en las cuestiones mismas que tuvo que abordar al comentar la Prima Pars. La obra cobra gran interés si tenemos presentes las dos novedades relevantes que introdujo Vitoria en su enseñanza cuando llegó en 1526 a Salamanca: la sustitución del comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo por el comentario de la Summa de Santo Tomás y el dictado. Estas, hacen posible que hoy podamos tener ante nosotros estas lecciones de este Maestro. La transcripción del manuscrito nos aporta información sobre multitud de temas, entre otros, autobiográficos, modo de entender la docencia, locuciones latinas y castellanas de la época (aun siendo un manuscrito en latín), cuestiones que podríamos denominar de forma y otras que son propiamente de contenido. Respecto de su forma de entender el tomismo, resalta su libertad y moderación. Desde luego que tiene en altísima estima a santo Tomás. Admira en él su doctrina, su orden, su construcción sistemática y lo considera ejemplo acabado del quehacer teológico. Pero también señala en estas lecciones el peligro de terminar considerándolo infalible tamquam Evangelium, según expresión suya. Y por eso, cuando lo estima conveniente, no duda en apartarse de él.