Carla desaparece sin dejar huellas, pero esa mañana Guzmán no sabe aún que el peligro es la sospecha certera que envuelve todo aquello que nos va a ocurrir. La ha esperado durante once años y todavía la espera inexorablemente. Su ausencia lo deja postrado frente a una jarra de cerveza tostada que se evapora como su profesión de periodista de provincias.Carla es una mujer de nadie en un mundo en el que el periodismo tradicional agoniza y ha envuelto la vida de los personajes de esta historia. Una historia de soledades y de anhelos, de la certeza de lo inevitable, donde la belleza, el sexo y la muerte son indicios de que el peligro ronda próximo y de que su propia memoria lo hace indeleble.Con El peligro y su memoria Antonio López Hidalgo se adentra en ese territorio maldito de los sentimientos sin objeto en el que, en no pocas ocasiones, nos vemos inmersos y del que difícilmente podemos escapar.